Denominado tradicionalmente como Palacio de Acoyapa, llamado así, por haber sido construido este edificio por una familia originaria de Chontales y conocido como Casa Guerrero Vega. Sufrió considerables daños durante el incendio de la ciudad de Granada en el año 1856 por las huestes del filibustero William Walker. Posterior mente reconstruido recreando el estilo de la arquitectura sureña norteamericana. A partir del año 1990 funciona allí como sede Fundación Corpus Christi, Su construcción data desde el último tercio del siglo XIX. Por la belleza arquitectónica de este inmueble la oficina del Centro Histórica de Granada, lo ha incluido dentro de sus inventarios de relevantes Edificaciones Patrimoniales, y lo incluye en el libro de registros de bienes majestuosos de la ciudad colonial de Granada, y catalogado por el Instituto Nicaragüense de Cultura, como bien Patrimonial, calificándolo como edificación de interés artístico, con nivel de protección integral.